Pese a que mi corazón sigue lleno de esperanzas no he
tenido el inicio de año que esperaba las cosas siguen iguales, fingiendo sonreír mientras en mi alma lloro, y hace se me ha ido la mitad del primer mes del año, entre altos y bajos; ratos triste, ratos alegre; con unas ansias locas por
hablarle al Emperador y no sé de donde saco
fuerzas para no hacerlo, trato de ocupar mi día en cosas que me hagan no pensar
en él, pero es tan difícil.
Mi Emperador tan lejos y tan cerca, en nuestro amado
mar, en esas cálidas playas, que revuelven ese fuego que me quema las entrañas,
como quisiera estar en tus brazos esta noche y la siguiente y los días también y embriagarme de tu esencia,
embriagarme de tu amor, seducirte cada instante sin dejarte dormir, aunque tus
delicadas tareas te lo exijan, quiero ser egoísta con tu cuerpo, y quedármelo
en mi intimidad, disfrutarlo, sentirlo, gozarlo.
Pero nuevamente se que no, por lo menos no en este
instante, por ahora solo me queda dormir y atraparte en mis sueños que me hacen
tan feliz, y son el único consuelo que mantienen la cordura de mi cabeza, Buenas Noches mi amado Emperador.