Hace días que no lo veo, y sé que básicamente es
adicto al trabajo, así que me consuela por un lado saber que pasa ocupado, distraído,
pero… a veces estos estúpidos pensamientos me traicionan, no hay cosa peor que
sentir celos y tener una imaginación pro activa, celos, celos, celos, celos, de
cualquiera que se le acerca, y sí, he escuchado que los celos son inseguridad
(o falta de sesos, como dice Arjona), personalmente no creo eso, siento celos
porque me importa, me importa demasiado,
siento celos porque me hace falta su atención, su compañía, su amor, su calor,
su abrazo y su comprensión.
Quien ha sufrido de celos sabe de que hablo, lo que se
siente, esa mezcla de rabia e impotencia, que te enciende la sangre con ganas
de destrozar el mundo, con ganas de reventar, y sí porque no en ocasiones hasta
con ganas de llorar, qué más da derramar una lagrima más, de sufrimiento, dolor
o tristeza, está noche sigue lejos, pero aquel loquito corazón aunque se
enferma y se enfurece de saberlo cerca de otras
persona, aún tiene la esperanza, la seguridad de tenerlo a mi lado, de
fundirnos en un solo beso, en un solo abrazo, en un solo fuego, en un solo ser.